Lo que nos habita.
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jueves, 19 de septiembre de 2013
sábado, 14 de septiembre de 2013
arderá
Hay algo del orden de lo que se dice
que se comporta como una sustancia activa
alterando los elementos: no hay abandono
si entendemos el devenir de lo que se encuentra
o se pierde, que donde los caminos se unen más allá también
se abren: es el movimiento ineludible que nos acontece.
Lo importante es seguir, cuando la casa arda quizá
el humo nos sirva de guía para encontrarnos de nuevo.
que se comporta como una sustancia activa
alterando los elementos: no hay abandono
si entendemos el devenir de lo que se encuentra
o se pierde, que donde los caminos se unen más allá también
se abren: es el movimiento ineludible que nos acontece.
Lo importante es seguir, cuando la casa arda quizá
el humo nos sirva de guía para encontrarnos de nuevo.
martes, 30 de julio de 2013
martes, 16 de octubre de 2012
El espejo
a Andréi Tarkovski.
I
El agua brota desde lo profundo y la sal
perfora cada orificio de tu cuerpo y el mío
nos carcome, primero los músculos
cada parte: pies, manos, abdomen
escucho desde lejos
a través de ventanas cubiertas de gotas
la voz de un vagabundo
que vocifera escandaloso
ante la noche que llega
pero no hicimos a tiempo
y al olvidar cerrar la puerta entró la selva
comenzó deshaciéndonos los harapos
los cuerpos se llenaron de humedad
corrieron pantanos de medusas de río por entre
mi sexo y el tuyo, se inundaron los bosques
y dimos a luz a una estrella que cabía
entre las manos.
II
Cuántas canciones olvidamos
si todo se resume a viajar en colectivo
me voy a aferrar a la idea de que
primero el hombre, luego el desastre
y que la culpa es de otros
porque lo efímero tal vez nos quiera mostrar
cómo sangran esas paredes de tantas promesas
que no se cumplen
y cómo siguen, mirá
mirá como siguen de pie
que veas al agua que nos quema
no en la forma en la que yo lo hacia
con el asombro del futuro, de las cosas:
cuando crecen los cuerpos
el espacio para las emociones se distancia
entender el mecanismo de las relaciones
una mañana fría de Septiembre
en medio de una alfombra, tomarnos las manos
sentir como las constelaciones trazan líneas
de oriente a occidente y
vas a ver que en realidad
no estamos tan separados
de las nubes que envuelven cada uno de los ángulos de esta casa
y se percibe en eso un hálito a encierro
a roedores heridos.
III
No quiero escribir sobre el verano
en que creímos que la ciudad sería una forma
de escapar del vacío, nos equivocamos
ahora estamos más vacíos que nunca
quiero entonces que las ciudades me quepan
en la mano para romperlas, clavar el vidrio
el plástico, en mi mano ver caer
avenidas, edificios, estaciones de servicio
mujeres con pantalones ajustados
ofreciendo gasolina y un sabor
que se consume sin dejar huella
en abstractos intersticios
IV
Vení rápido, subí por la escalera que te lleva
a nuestra última cena, traé tu antorcha
hagamos fuego sobre las pieles de los zares
quememos lo que quede en los armarios
y escapemos por la ventana al mundo
acaso, las ventanas nos lleven
a algún lugar mejor
pero en la esquina encontraremos un café
oscuro, donde las brujas se encuentran
a burlarse de la magia y vos y yo
nos escondemos de nuestro pasado
hablando de todo lo que no somos
disfrazando el lenguaje, cambiando
vaso con cielo, cuerpo con ave
ocaso con rima con espacio
podemos cambiar las leyes podemos
crecer de nuevo, inventar la historia
donde ya no habría lugar para lo que hoy es
lo natural, lo real, lo imperfecto
si desde este lado del espejo entendimos
que dos cosas iguales no son lo mismo
si siempre quisimos atravesarlo
primero la mano, luego el cuerpo
cerrar los ojos y encontrarnos
al otro lado del espejo.
V
Puerta cerrada
ventanas rotas que no encuentran
sus vidrios en la noche del delirio
el sentido absorto
ecos lejanos
silencio.
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